10 enero, 2010

Huesos fríos

Y si mis huesos fríos congelan el lugar, te ruego nena sepas abrazarme y compartir mi pena, es que estoy tan solo en este mundo que ni mi sombra me acompaña, y es tan triste levantarse a la mañana y que a tu lado no haya nada; por eso te pido, nena, que me abraces un segundo de tal forma que me hagas olvidar del mundo, y así talvez mis huesos fríos se apiaden y no congelen el lugar.

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