08 enero, 2010
Un regalo
Y quizá me gustarían unos brazos que me atajen cada vez que vea la repugnante realidad y me desmaye, quizá también quisiera unas manos que me acaricien cuando más lo necesite, y podría ser además un pecho en el que apoyar mi cabeza cuando estoy triste, por qué no también una cabeza que piense como la mía y que con su mirada me saque una sonrisa, sería agradable además unas piernas con hermosos pies que caminen a mi lado, y un vientre en el que pueda vivir mi hijo, en otras palabras, no estoy pidiendo más que el cuerpo de una mujer que me ame y así poder amarla. Pero me parece que es mucho pedir...
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a veces suena imposible, mas existe la esperanza
ResponderEliminarpor la esperanza vivo, por vivir todavía espero =)
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